Cómo ser feliz, entrenando como camino a la felicidad
La primera formación como entrenadora profesional que me marcó, me dijeron que los alumnos deben aprender los ejercicios de memoria para agilizar y entender más la clase, algo...
Como no podía ser de otro modo y después de haber sido mama por tercera vez voy a hablar de los bebés. Muchas veces me dicen que tengo unos niños muy espabilados. Me hace gracia porque además de la genética me gusta espabilarlos a mi. Se trata de estimularles o lo que de forma técnica se llama la estimulación precoz. Desde el momento de su nacimiento el recién nacido aprende. Los estímulos del olor de la madre, del tacto de su piel, etc., van a hacer que aprenda a distinguirte de otras mamás. Esos estímulos se generan de forma natural y espontánea.
Si hemos decidido darle el pecho y somos primerizas lo primero es tener la lactancia instaurada y luego poco a poco realizaremos otros estímulos.
¿Cómo podemos estimularle nosotros? La forma más común es hablarle. Pero hablarle bien. Las palabras claras y mirándole a los ojos. Que no haya muchos sonidos diferentes cuando lo haces, ni demasiados estímulos a la vez. Otro estímulo muy común es utilizar siempre la misma palabra (de forma clara) para hacer las cosas. Por ejemplo; mama, papa, aupa, comer, calle. De esta forma cuando digamos la palabra (estímulo) tendremos una respuesta que además le dá seguridad. Si el/ella llora por hambre y le dices "comer" puede saber que le has entendido y ponerse contento.
Uno de los estímulos sensoriales más importantes es el contacto físico. Por ello, el masaje para bebes es tan importante. Aunque no haya tiempo para darle un baño es muy gratificante para el bebé que extendamos crema por todo su cuerpito. Que no nos dé miedo les gusta sentir seguridad cuando le damos su masaje. Es un momento perfecto para hablarle y contarle cosas. Del masaje ya os hablaré más detenidamente más adelante, así como de la recuperación de la mamá.
Otro estímulo importantísimo es el del cuello. Poner boca a bajo al bebé con apoyo en las manos (como a cuatro patas) y ponerte en el lado que no tiene la cabeza y llamarl@ para que intente girarla. Repetir del otro lado. Cuando se gire animarla con aplausos o alguna otra cosa. En este sentido también son muy buenas lo que yo denomino escursiones. Tomamos al pequeño al hombro y vamos por la casa (tal vez colocando la ropa que hemos doblado) y le voy explicando de quién es cada cuarto de forma que tenga que sujetar el cuello. Cuando vamos andando ve los juegos de luces al haber distintas iluminaciones en cada cuarto y eso les da curiosidad. De este modo trabajamos memoria y psicomotricidad.
Estos son alguno de los trucos para cuando son muy peques. A lo largo de su desarrollo se le van ofreciendo más estímulos que les ayuden a desarrollar su inteligencia y su capacidad psicomotriz. Espero haberos servido de ayuda.